La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. De ella dependen numerosas funciones imprescindibles para el bienestar general de las personas. Por poner algunos ejemplos: la piel sirve para protegernos de las amenazas exteriores y eliminar toxinas del interior. También es la responsable de nuestro placer y otras experiencias táctiles; nos envuelve ayudando a regular la temperatura; y recibe la luz del sol para absorber y sintetizar de ella la vitamina D esencial en nuestro organismo. Más allá de lo físico, es la primera capa de nosotros mismos que exponemos a los demás. Es la toma de contacto inmediata con el mundo exterior. Un medio para expresar nuestra identidad.
Está claro que la piel es una parte importantísima de nuestro cuerpo y, por lo tanto, debemos cuidarla de la manera adecuada, con mimo y responsabilidad. En este post, queremos dedicar el espacio para hablar sobre una de las cuestiones más frecuentes que afectan a la piel: la aparición de manchas, abordando brevemente su naturaleza, así como la importancia de cuidarlas, prevenirlas y, en su caso, eliminarlas.
Lo más normal del mundo es que la piel tenga ciertas imperfecciones, tales como: rugosidades, acné o manchas. En el caso de las manchas, hay una gran variedad de tipos diferentes, como pueden ser: las pecas, las manchas de la edad o solares, los lunares, la hiperpigmentación, la queratosis seborreica, el melasma, etc. Algunos de estos nombres son más populares que otros, pero todos son comunes. Y es de dominio público que no todas las manchas de la piel son benignas, ya que algunas pueden ser el aviso de un mal mayor. Tal y como recomiendan desde la página oficial de salud de La Rioja, es importante revisar la piel de vez en cuando, tanto de forma individual como a través de la opinión experta de un dermatólogo, para prevenir distintos problemas de salud pero, sobre todo, el cáncer de piel.
Es importante tener claro que la información que se lea en internet no debe funcionar nunca como el diagnóstico definitivo de una persona, ni levantar ansiedades o miedos sin contrastar con la opinión de un especialista. No obstante, sí que hay ciertos avisos que deberían alertarnos sobre un posible mal mayor y ser conocidos, como, por ejemplo: la persistencia de úlceras que no terminen de curar, manchas escamadas en el tronco, cara o extremidades, protuberancias, lunares asimétricos, irregulares, de colores diferentes, de tamaño excesivo o progresivo, etc. Para ampliar información sobre este tema, te recomendamos que visites la guía de American Cancer Society, que explica detalladamente cómo hacer un autoexamen de la piel paso a paso. Sea como sea, es muy importante mantener la calma ante cualquier tipo de mancha y, sobre todo, tener en cuenta que, precisamente, detectar anomalías rápidamente, te ayudará a pillar a tiempo una posible enfermedad.
También es muy frecuente que aparezcan manchas benignas que, en realidad, no tienen efectos negativos sobre la salud y no son motivo de alarma. En estos casos, pecas o lunares pueden llegar a ser considerados signos de identidad y belleza que tienen un efecto positivo sobre nuestra autopercepción. Desgraciadamente, en otros casos, las manchas nacen en lugares demasiado visibles y tienen formas que resultan desagradables por su tamaño o textura. Aunque nadie debería de ser juzgado por su aspecto físico, es probable que esta circunstancia ejerza algún tipo de presión sobre la persona que la está padeciendo, generando incomodidad y perjudicando su autoestima y salud mental. Por este motivo, es importante poner en conocimiento de la sociedad que, la mayoría de manchas se pueden eliminar. Aunque hay distintas formas de hacerlo, la doctora Rosa Bonal, recomienda el uso de láseres Q-Switch en muchos casos, ya que se trata de una tecnología creada específicamente para la eliminación de manchas en la piel provocadas, entre otras cosas, por el paso del tiempo y el efecto del sol. Sin embargo, no te sientas obligada a hacerlo sólo porque no sea algo común. Presumir de las peculiaridades de cada cuerpo es una manera de empoderamiento y, normalmente, resulta muy atractivo.
Asimismo, para evitar pasar por este tipo de intervención, te recomendamos que, si estás a tiempo, cuides al máximo tu piel a través de una rutina diaria de lavado e hidratación, utilices crema solar cuando salgas al exterior –independientemente de la climatología–; sigas una dieta equilibrada, bebas suficiente agua y no te enfrentes a niveles de estrés elevados, ya que pueden ser muy perjudiciales e incluso manifestarse visualmente en la piel.
Recuerda que la piel de cada persona es diferente y todos los colores, texturas y tipos, son válidos y hermosos, con o sin manchas. Por muy importante que sea este órgano esencial del cuerpo humano, el único factor a tener en cuenta para juzgar a una persona, es su interior.