Hoy en dĆa es por todos conocido que una sonrisa puede ser nuestra mejor carta de presentación, tanto en el Ć”mbito personal como el laboral. Una amplia sonrisa es un importante elemento de comunicación no verbal, ademĆ”s de un indicador de salud, que nos ayuda a causar una buena impresión en los demĆ”s y es fuente de autoestima para uno mismo.
EstĆ” demostrado que sonreĆr sin complejos aumenta la seguridad en nosotros mismos, y afecta a todos los Ć”mbitos de nuestra vida, algo en lo que estĆ”n completamente de acuerdo en Gabel Dental,Ā ya que, segĆŗn su experiencia y gracias a los mĆ”s recientes avances, la estĆ©tica dental puede hacernos lucir una boca saludable, con unos dientes perfectos y de aspecto natural.
Todo esto nos ha llevado al boom actual en tratamientos de estĆ©tica dentales. QuizĆ” todavĆa no ha proliferado tanto como otros campos de la medicina estĆ©tica, pero en los Ćŗltimos aƱos, su demanda por parte de los pacientes va en aumento. Ahora no sólo nos acercamos a una clĆnica odontológica buscando mejorar nuestra salud, sino tambiĆ©n el aspecto de nuestra boca. Aspectos Ćntimamente ligados, ya que no hay belleza sin salud.
Hay que saber diferenciar, de entre toda la oferta que tenemos a nuestro alcance, que no es lo mismo estĆ©tica dental que cosmĆ©tica dental. La cosmĆ©tica intentar enmascarar una situación con el fin de que se vea diferente. El objetivo de la estĆ©tica dental es que una dentadura sea bonita, pero tambiĆ©n saludable y funcional. Por lo tanto, ponerse en manos de profesionales es imprescindible. Es posible que nuestra intención sea ponernos unas carillas, sin saber que para ellos primero los dientes deben estar alineados, con lo cual es posible que necesitemos una ortodoncia, y tambiĆ©n un tratamiento periodontal, ya que las encĆas deben estar sanas. De ahĆ que la OMS reconozca que la estĆ©tica tambiĆ©n es salud.
El nuevo concepto de clĆnica dental
Debido a los avances y las nuevas tĆ©cnicas que se han incorporado al sector en los Ćŗltimos aƱos, las clĆnicas dentales se han convertido en centros de especialidades odontológicas. Hoy en dĆa podemos encontrar multitud de servicios, entre los que destacan ortodoncia, implantologĆa, periodoncia, cirugĆa oral, odontopediatrĆa, prótesis y tratamientos estĆ©ticos dentales en un mismo espacio. Ā Gracias a que cuentan con profesionales formados en las distintas ramas de la odontologĆa, podemos acudir a nuestra clĆnica de confianza y solucionar infinidad de problemas, con la ventaja de que siempre nos tratarĆ” el mismo profesional o su equipo, que conoce nuestra historia clĆnica y nuestra evolución de primera mano, pudiendo establecer protocolos personalizados tanto en el tratamiento como en la prevención.
Sin embargo, hemos de ser conscientes de que los expertos alertan de que en el campo de la odontologĆa y concretamente, en la estĆ©tica dental, existe como en otros de la medicina, la mala praxis. Como norma, deberĆamos dudar de aquellos āprofesionalesā que con tal de llevar a cabo sus tratamientos recomiendan quitar muchas piezas, incluidas las sanas, yendo en contra de la mĆ”xima que āun diente sano no se tocaā.
En este aspecto, y en otros, como en el de la publicidad engaƱosa, El Consejo General de Dentistas de EspaƱa y el de MĆ©dicos, se ha pronunciado para denunciar el aumento de reportajes confusos, o engaƱosos incluso, que generan falsas expectativas en los pacientes, que lo que buscan es publicitarse, aĆŗn saltĆ”ndose el código deontológico. Ambos colectivos promueven polĆticas de tolerancia cero frente aquellas personas o empresas que pongan por delante del bienestar del paciente, su beneficio económico. Su intención es que se cree con urgencia una ley estatal que regule la publicidad sanitaria.
Y es que, aunque intentar mejorar nuestra sonrisa no es algo nuevo, (ya Marilyn en los cincuenta se arregló la boca para lucir una sonrisa perfecta), los medios de comunicación y las redes sociales, estÔn ejerciendo una gran influencia en que este tipo de tratamientos nos resulten mÔs atractivos y formen parte del canon de belleza actual.
De ahĆ tambiĆ©n la aparición de nuevas patologĆas, como la dismorfia dental. Se trata de un trastorno obsesivo, en principio, poco comĆŗn, que provoca en los pacientes una obsesión casi irracional con la apariencia de su boca. Estos pacientes pueden llegar incluso a sentir angustia ante cualquier defecto que consideren que tienen en sus dientes y encĆas. Suelen sufrirlo personas a las que les importa mucho quĆ© piensen de su imagen. Acaban sometiĆ©ndose a tratamientos innecesarios movidos por la idea de que si no solucionan estos defectos serĆ”n tratados de manera diferente por los demĆ”s, lo que en muchas ocasiones deriva tambiĆ©n en problemas de ansiedad. Es muy comĆŗn que sigan sintiĆ©ndose insatisfechos despuĆ©s de realizarse algĆŗn tratamiento, lo que los lleva a comenzar uno tras otro, tratando de calmar esa necesidad, gastando grandes cantidades de dinero, cuando en realidad no los necesitan.
Someterse a tratamientos dentales sin padecer realmente la patologĆa que solucionan es muy perjudicial para la salud de la boca, llegando a provocar, incluso, problemas reales que antes no existĆan.
SegĆŗn los profesionales del sector, un buen ejemplo de esta patologĆa serĆa la blancorexia, que es la obsesión por tener los dientes blancos. Esto lleva a las personas que la sufren a someterse a infinidad de tratamientos, tanto mĆ©dicos como cosmĆ©ticos, con el fin de conseguir una sonrisa perlada. El hecho es que el abuso puede provocar sensibilidad en los dientes y el desgaste de los mismos.
Es importante recordar que el odontólogo es el profesional del cuidado de la boca y qué es él, bajo su criterio profesional, el que debe aconsejarnos sobre los tratamientos que pueden ayudarnos a mejorar nuestra salud bucodental. En el caso de los pacientes que sufren dismorfia dental, el profesional que puede ayudarles, mÔs que un odontólogo es un psicólogo.
La realidad es que la estĆ©tica dental se convertirĆ” en una de las grandes fuentes de ingresos del sector en 2.020. Nuestra responsabilidad como pacientes es dejarnos aconsejar por un buen profesional, el cual tendrĆ” en cuenta en primer lugar nuestra salud y a partir de ahĆ, nos aconsejarĆ” los tratamientos que mĆ”s puedan mejorar nuestra sonrisa, sin olvidar que lo principal es no perder funcionalidad.