España es un país cuyo clima es muy húmedo. Lógicamente no es lo mismo estar en Madrid que en Alicante, como tampoco lo es estar en León que en las Islas Baleares pero, por lo general, la humedad es algo con lo que vivimos los españoles prácticamente durante todo el año. Eso unido a que la mayoría de las edificaciones anteriores al año 2000 tienen prácticamente un aislamiento nulo en nuestro país, ha provocado que gran parte de la sociedad sufra alergias y enfermedades pulmonares, así como ha provocado el agravamiento de dichas alergias y otras enfermedades.
Hay un extraño pensamiento entre la población que se ha extendido notablemente en estos últimos años y que viene a decir algo así como que “si no hay moho, ni hongos, no hay problema”. La humedad, para empezar, no es siempre visible, por lo que aunque no seamos capaces de ver señales de humedad en paredes, techos o suelos, es muy posible que nuestra casa tenga este tipo de problema.
En zonas costeras del Mediterráneo es muy fácil encontrar viviendas donde la mayoría de los metales se oxidan con facilidad a pesar de no apreciar signos de humedad en las paredes. ¿De verdad nos creemos que los metales se oxidan solos? Puede que no tengamos hongos, o que no los veamos, pero humedad hay y puede provocarnos serias afecciones:
- Infecciones respiratorias: los virus y las bacterias aumentan con humedades relativas por encima del 70% (hoy, en el salón de mi casa en pleno centro de Alicante a medio día, rondábamos un 62% de humedad).
- Asma: la humedad duplica el riesgo de desarrollar asma en niños de 1 a 7 años.
- Alergias: El índice de humedad en los hogares puede contribuir a empeorar las reacciones alérgicas.
- Agravamiento del color óseo: la humedad empeora el dolor óseo en personas con artrosis o artritis.
- En casos graves puede causar Aspergillosis broncopulmonar alérgica
Cómo evitar altos niveles de humedad en casa
- Instale una buena climatización que controle el nivel de humedad. En Garcia Guirado, expertos en climatización en la zona Mediterránea, aconsejan la calefacción por aerotermia.
- Mantenga los niveles de humedad entre el 40 y el 60%
- Asegúrese de ventilar diariamente su casa entre 10 y 15 minutos por las mañanas.
- Use filtros de partículas de aire de alta eficiencia (HEPA) para eliminar las partículas del aire.
- Limpie los filtros de aire acondicionado y calderas.
- Repare cualquier gotera o escape de agua en tuberías.
- Limpie baños y cocina con productos anti moho.
- Envite el uso de alfombras.
- Aspire diariamente su dormitorio.
- Evite el contacto con el pelo y la caspa de animales.
- Usa deshumidificadores.
Y es que en torno al 20% de familias españolas sufren problemas de humedades en casa y todos los problemas que se deriven de ello son peores en edades tempranas. El motivo: el sistema inmunitario inmaduro no tiene capacidad defensiva frente a estos patógenos.
Los problemas dermatológicos y respiratorios afectan mucho a los bebés, principalmente por su escaso desarrollo contra las enfermedades. Sí es cierto que tienden a tener unas defensas fuertes, ya que son organismos jóvenes, pero todavía están débiles para luchar contra este tipo de bacterias.
Además, debemos recordar que las zonas cálidas y húmedas de España son las áreas perfectas para que insectos de todo tipo aniden y se instalen en rincones de hogares, cucarachas sobre todo.
Estos insectos pueden transmitir enfermedades como asma, diarrea infantil, infecciones, gastrointeritis y otras más graves como lepra, fiebre tifoidea, fiebres entéricas, disentería y peste bubónica aunque, lógicamente, estas últimas no suelen darse en países desarrollados como el nuestro.
En España, zonas del País Vasco, Galicia, Cantabria o Asturias son zonas húmedas por definición, por lo que este problema puede ser más grave en estas provincias pero extensible a toda nuestra geografía.
La naturaleza puede ser un fantástico aliado para nuestra salud pero también una trampa que, sin cuidado, puede acarrearnos serios problemas.