Eventos de empresa: una apuesta por la cohesión interna e imagen corporativa

Con la llegada del marketing digital a nuestras vidas, a veces da la sensación de que nos olvidamos más de lo que deberíamos de algunos asuntos que reportan beneficios a la empresa en términos publicitarios. Y es que, a día de hoy, y a pesar del boom que están viviendo aspectos como las redes sociales, no nos debemos olvidar de algo tan relevante como la organización de eventos que nos permitan tener la posibilidad de reunir a empleados, clientes y proveedores para mostrarles algo en concreto: un nuevo producto, servicio, la inauguración de nuevas instalaciones…

Estos eventos de empresa llevan asociados unos beneficios que difícilmente podríamos conseguir de otra manera. Nos sirven para hacer posible que se difunda nuestra marca, llegando hasta ojos y oídos de quienes, quizá, todavía no habían escuchado hablar de ella. Y eso es sinónimo de dinero. Si no organizamos eventos de este tipo, estamos matando una vía de promoción que siempre suele funcionar y que nunca deja desventajas entre las entidades que las organizan. Y si no, preguntadle a cualquier CEO para ver si considera que no es interesante apostar por acciones como de las que estamos hablando.

Además, un evento de empresa puede sernos de utilidad tanto desde el plano externo, que es al que nos hemos referido en los dos párrafos anteriores, como desde el plano interno, que es a lo que vamos a hacer referencia a continuación. El portal web Empresariados habla de cinco beneficios que tiene organizar eventos de carácter interno, para empleados, en el seno de una empresa. Se trata de algo fundamental y que tiene bastantes más ventajas de las que solemos llegar a pensar. Vamos a repasar esos cinco beneficios de los que habla esa página:

  • Transmitir la cultura organizacional: esto es clave sobre todo de cara a fomentar lo que se conoce como sentimiento de pertenencia.
  • Renovar la motivación: si no hay motivación, no hay eficacia ni eficiencia en los empleados. Por eso es importante promoverla con eventos de este tipo.
  • Celebración de los logros compartidos: es importante que, si hemos cumplido un determinado objetivo, se celebre en todos los miembros del equipo. Seguro que todos y todas vamos a querer más.
  • Salario emocional: y es que no solo es importante el sueldo monetario. Lo que ganamos desde el punto de vista del desarrollo personal y la comodidad y felicidad en el trabajo también nos aporta mucho y un evento interno de empresa es una buena manera de hacer crecer todas esas cosas.
  • Mejorar la comunicación con el cliente interno: se propicia que los compañeros se encuentren (y en unas condiciones diferentes a las que lo hacen durante su jornada laboral habitual). Además de eso, la empresa y el equipo refuerzan su vínculo laboral.

Un evento de empresa debemos tomarlo como una acción de marketing como otras. Puede ser a nivel externo o interno, pero en ambos casos nos proporcionará ventajas: o un alcance mayor de clientes o un refuerzo de la compenetración y la confianza mutuas. Los profesionales de La Frolita nos han indicado que ha crecido de un modo interesante la inversión de las empresas en este tipo de cosas y que el catering siempre es una buena manera de amenizar un evento de estas características.

Una tendencia ampliamente compartida en España

Es verdad que nuestro país no fue el primero en el que empezaron a desarrollarse aspectos como de los que estamos hablando. Estados Unidos ha sido siempre una referencia en lo que tiene que ver con eso, y de ahí ha ido extendiéndose a otros lados, especialmente A Europa y a grandes países de Asia como lo son Japón o China.

Sin embargo, nuestro país ha ido adoptando en sus empresas aspectos como estos puesto que se ha entendido a la perfección la utilidad que tienen. Es evidente que todo lo que sea promover el contacto entre los empleados y empleadas en un entorno que sea ligeramente diferente al habitual tiene más ventajas que inconvenientes (de estos, por ejemplo, nosotros no encontramos ninguno). A todo el mundo le gusta poder hablar con sus colegas de oficina o de fábrica sin la presión habitual de la jornada laboral. Esos son los momentos que hacen equipo y que permiten que luego exista una sintonía entre las diferentes personas que constituyen una empresa.

Cuando las personas con las que trabajamos son nuestras amigas, la motivación y, por ende, la eficiencia, aumentan de una manera realmente grande. Y el valor que esto tiene para un negocio es brutal. Demasiados problemas debemos ir afrontando a medida que pasan los años como para no tener en consideración lo importante que resulta llevarnos extremadamente bien con las personas que trabajan codo con codo con nosotros y nosotras. Ojalá todo el mundo tuviera la oportunidad de hacer eso posible. Llegaríamos a trabajar cada día con una sonrisa.

 

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