Cerramientos para piscinas: otra idea más para confiar en las ventajas del turismo rural

Nadie debería dudar de la enorme potencia que tiene una ciencia como la del turismo en un país como el nuestro. Los datos están ahí y dejan claro que España es la segunda nación más visitada de todo el mundo, tan solo superada por una Francia que, de no ser porque cuenta con una maravilla como lo es París, ni siquiera nos haría sombra en relación a este asunto. De todas maneras, ese dato es momentáneo. De aquí a unos años, es bastante probable que hayamos superado tanto en número de turistas como en facturación a nuestros vecinos del norte. Todos los expertos en la materia coinciden en eso.

¿Cuál es el secreto de un país como el nuestro? La verdad es que la variedad de modalidades de turismo que se pueden realizar en el interior de nuestras fronteras tiene buena parte de la culpa de todo lo que hemos indicado en ese primer párrafo. Y es que el turismo de sol y playa, que quizá sea el más típico de nuestra tierra, no es el único ni mucho menos del que se puede disfrutar en nuestro país. El turismo de interior, a ciudades históricas como Toledo, Salamanca o Sevilla, entre muchas otras, el turismo de invierno (con el esquí como protagonista) y el turismo rural tienen mucho protagonismo en lo que respecta a este sector.

En los párrafos que siguen, os vamos a hablar de esta última modalidad de turismo, la relativa al turismo rural. No cabe la menor duda de que la pandemia ha relanzado la popularidad de este tipo de establecimientos, que están viviendo una especie de edad dorada que les está permitiendo ser más rentables y tener más trabajo que nunca. La necesidad de permanecer lejos de las grandes masas de gente pero tener la posibilidad de disfrutar, al mismo tiempo, de unos días libres es lo que hizo que mucha gente empezara a considerar la posibilidad de viajar a la naturaleza como principal medio para disfrutar de la vida y del tiempo libre.

Para empezar con el análisis relativo al turismo rural en España, hemos querido echar mano de un estudio realizado por el portal web Statista en el que se indica el número de establecimientos rurales que existían en España en el año 2021 divididos por comunidad autónoma. La región que encabezaba la lista ers Castilla y León, la única que superaba los 3.000 establecimientos de este tipo. Andalucía se situaba en segunda posición, a cierta distancia, con 2.222 unidades. Cataluña, con más de 1.700, Castilla La Mancha con más de 1.500 y Aragón, con algo más de 1.000, terminaban de completar las cinco primeras posiciones.

Y claro, merced al crecimiento que se viene experimentando en la materia, la facturación se estaba incrementando de una manera bastante interesante. Atrás hemos dejado los años de principios de siglo, en los que el sector apenas facturaba 420 millones de euros, como se puede observar en la noticia que os dejamos a continuación y que pertenece al portal web Hosteltur. Hoy en día, la facturación se ha multiplicado de una manera bastante interesante y ha quedado claro que esta modalidad de turismo se ha convertido en una de las grandes referencias de un sector que es capital para la economía de un país como España.

Como consecuencia del aumento de la popularidad de establecimientos como los propios del turismo rural, tanto los que ya existían como los que se han constituido últimamente han tenido la obligación de tener en cuenta algunos aspectos básicos para terminar de llamar la atención de la gente. Han tratado por todos los medios de conseguir ofrecer un servicio integral y que sea sinónimo de la garantía de disfrute para personas de todas las condiciones sociales y de todas las características habidas y por haber. Y lo cierto es que ese es otro de los secretos que han empujado a esta modalidad de turismo al éxito del que venimos hablando en los párrafos anteriores.

Una de las principales necesidades detectadas por los propietarios y propietarias de los establecimientos rurales situados en plena naturaleza para captar la atención de la gente ha sido la de construir una piscina en sus instalaciones. Por eso, muchos de ellos han apostado por esto y han decidido terminar de vestir esa obra con una cubierta que haga que el espacio sea usable incluso durante los meses más duros del invierno. De acuerdo a los datos con los que cuentan en Reycele, el 30% de los establecimientos rurales en España tienen ya una piscina con cubierta… y esta cifra está creciendo más rápido que en ningún otro momento anterior.

¿Los resultados? Pues lo cierto es que ya hemos hablado de ellos: están deparando un crecimiento exponencial de un sector como este y nadie tiene la menor duda de que así va a seguir siendo de cara a los años que están por venir. Disponer de todo tipo de facilidades y servicios para las personas es lo que se busca a la hora de pasar unos días libres y de relajación. Es, en otras palabras, lo que nos merecemos y lo que tenemos derecho a pedir después de todos los sinsabores de la rutina.

Visitar la naturaleza nos aporta tranquilidad y sosiego 

En un mundo en el que cada vez es más habitual padecer los síntomas de enfermedades como la depresión, la ansiedad o el estrés, visitar un establecimiento rural situado en plena naturaleza es algo que debemos tener en cuenta si queremos mejorar nuestro estado psicológico. La verdad es que es la mejor manera de desconectar es abandonar esos sitios en los que solemos encontrarnos normalmente para visitar otros sitios en los que la naturaleza sea la reina, la dominante. Nuestra cabeza lo va a agradecer por el simple hecho de que estamos apostando por la tranquilidad y el sosiego.

Además, podemos decir que es algo que le viene bien a todo tipo de personas, tanto a aquellas que se encuentran en edad de trabajar como a otras que, como los abuelos o los niños, no tengan tantas obligaciones pero que también necesiten, por cualquier motivo, cambiar de ubicación aunque solo sea por unos días. Ojalá que todo el mundo haya valorado alguna vez la posibilidad de viajar hasta un lugar dominado por la naturaleza para conseguir mejoras desde el punto de vista psicológico. Sin duda, es la manera más indicada para dejar de lado algunos de los problemas que más daño le hacen a las personas en los tiempos que corren.

España, una tierra en la que la naturaleza es la protagonista

Pocos países en el mundo tienen unos espacios naturales como los que tenemos en nuestro país, para que nos vamos a engañar. España es uno de los países más montañosos de Europa y eso nos brinda la oportunidad de disponer de rincones que son una verdadera referencia en lo que al turismo rural se refiere. Los Pirineos, la cordillera Cantábrica, los Montes de León o los de Toledo, las cordilleras Béticas… nos ofrecen lugares increíbles y que ya se han convertido en reclamos populares. Sin duda, hay lugares de nuestra geografía que merecen la pena y que muestran que vivimos en uno de los países más bonitos del mundo.

Cada vez más gente de fuera de nuestras fronteras se está dando cuenta de lo que os estábamos comentando en el párrafo anterior. Ni que decir tiene que el apogeo de las redes sociales y la apuesta tan decidida que la sociedad ha decidido acometer en lo que respecta a la imagen está haciendo mucho. Y es que no hay nada que venda mejor lo que os estamos comentando que una buena imagen de un paraje natural de nuestro país. Tienen una magia y un encanto que nada tienen que envidiar a los de otros países de nuestro entorno.

Estamos seguros de que las cosas de las que hemos venido hablando van a generar un impacto muy positivo en el turismo rural español, que tiene todos los ingredientes necesarios para triunfar tanto entre turistas nacionales como entre los que vienen desde fuera. Ese impacto ya se está produciendo y está generando una serie de beneficios muy grande dentro del sector, que además de conseguir una mayor rentabilidad está también provocando que haya una cantidad más grande de puestos de trabajo, con todos los beneficios que eso conlleva para la economía nacional y la de cada región en concreto.

La naturaleza es un reclamo y lo va a seguir siendo. El ser humano está hecho para formar parte de ella y necesita sentir el contacto con la misma. Por eso, nos sentimos tan sumamente bien cuando llegamos a una sierra y respiramos el aire puro de la zona. Hay pocos placeres que sean más grandes que ese y esa es la opinión de gente que, aunque sea muy dispar, ve en el turismo rural una vía de escape a la realidad de cada día y a una rutina que, tristemente, no nos da demasiadas oportunidades para disfrutar de nuestra naturaleza.

 

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