A muchos, esto de los cerramientos no les sonará demasiado. Aunque resulta fácil reconocer a que se hace referencia cuando se utiliza el término, asociarlo a la sostenibilidad no es tan sencillo. Sin embargo, los cerramientos y la sostenibilidad se dan la mano para lograr crear espacios en los que se den las condiciones más aceptables para contribuir a mantener el medio ambiente. A lo largo de este artículo, comprobaremos cómo es posible y cuál es el papel de los diferentes tipos de cerramiento que se emplean en construcción y arquitectura para mejorar las prestaciones de viviendas y edificios.
Cada vez es más habitual encontrarse con la palabra sostenibilidad asociada a todo lo que realizamos. Siempre unida o ligada al medio ambiente, ambos conceptos se han ido arraigando en nuestra conciencia colectiva y, por ende, en la sociedad. No en vano, la sostenibilidad es el eje central de un planeta que debe seguir en movimiento para proporcionarnos una buena calidad de vida y es deber de los seres humanos, cuidar, proteger y preservar el planeta. En cuestiones de urbanismo, el asunto es preocupante y ha derivado en una pieza clave para lograr que las sociedades en general, puedan vivir en perfecta armonía con el entorno y disfrutar de esa calidad de vida pretendida.
Sin ir más lejos, los cerramientos exteriores, algo que los profesionales de Rolltec, conocen bien pues se dedican a su fabricación, se han convertido en una solución innovadora dentro de la construcción o reforma de las viviendas bioclimáticas, tan de actualidad. Más allá de las cuestiones estéticas que rodean a los cerramientos, este tipo de estructuras son las que hacen posible que los edificios gocen del mejor aislamiento térmico y acústico, al mismo tiempo que se fabrican con materiales respetuosos con el medio ambiente y contribuyen a reducir de forma notable el consumo energético de los edificios y viviendas.
Arquitectura sostenible y cerramientos exteriores
Sostenibilidad y medio ambiente; sostenibilidad y eficiencia energética; sostenibilidad y disminución de la contaminación. En cualquiera de estos aspectos, los cerramientos, contribuyen de manera favorable a mantener unos niveles máximos de sostenibilidad.
Al hablar de arquitectura sostenible, hacemos alusión a los diseños arquitectónicos que se realizan en base al máximo aprovechamiento de los recursos naturales. De esta manera se logra reducir al máximo el impacto sobre el medio ambiente que conlleva la construcción de los edificios. Para lograr este objetivo, se integran en los diseños, una serie de parámetros bioclimáticos en lo que el mismo diseño permite la optimización de cuestiones de gran relevancia como la ventilación y la iluminación natural. Así, se aprovechan las condiciones climáticas dentro de las cuales encontramos la hidrografía, la orientación y los ecosistemas colindantes.
Por otro lado, se incluyen los procesos de planificación y construcción sostenibles, el uso de materiales respetuosos con el medioambiente y una reducción de la necesidad de transportes, utilizando los materiales locales. Por último, se realiza una gestión sostenible de los restos generados por la construcción.
Como cabe esperar, los diseños arquitectónicos sostenibles, incorporan en todas sus construcciones aislamiento térmico y acústico en cubiertas y fachadas. Con esto se pretende reducir el uso de la calefacción y la refrigeración mediante los sistemas instalados de origen, minimizando los costes y mejorando el confort y la eficiencia energética. Si a esto se le añade el uso de energías renovables procurado por las instalaciones de energía geotérmica y solar para el autoconsumo, la optimización para la eficiencia es absoluta. Cabe señalar que la instalación de jardines verticales en cubiertas y fachadas de viviendas y edificios, son elementos habituales dentro de lo que se considera como arquitectura sostenible.
Lógicamente, todo lo que rodea a la arquitectura sostenible, no podría considerarse como tal, sin hacer uso de todo tipo de materiales de la misma categoría. Es decir, utilizando materiales sostenibles para la construcción y los cerramientos a instalar. Son considerados como tales, aquellos materiales naturales o reciclados, así como los que son proclives a reciclarse. Su fabricación y uso, suponen ahorro energético y reducen la contaminación, lo que favorece de forma indirecta la salud de las personas. Se trata de materiales que se fabrican sin que contengan elementos tóxicos y se consideran totalmente respetuosos con el medio ambiente.
A modo de ejemplo, podemos citar el hormigón armado que se fabrica con áridos reciclados, o materiales que se fabrican con residuos procedentes la construcción o demolición. Esto supone un aprovechamiento de los residuos para evitar la producción de nuevos materiales con el consiguiente consumo energético.
La madera es uno de esos elementos naturales de gran prestigio y reconocimiento dentro del mundo de la construcción y la sostenibilidad. Otros materiales como el corcho, de procedencia vegetal, también se consideran como sostenibles, junto a los materiales diseñados en base a los principios del diseño Cradle to Cradle, el ecodiseño y los que favorecen la emergente economía circular y la arquitectura bioclimática.
El papel de los cerramientos en la arquitectura sostenible
La instalación de unos buenos cerramientos en las viviendas y edificios, sean de nueva construcción o edificaciones más antiguas, siempre van a ofrecer una serie de ventajas que hay que considerar. Una de las principales ventajas que ofrece la instalación de cerramientos exteriores, es que actúan como una barrera térmica, lo que permite poder hacer uso de una terraza, en cualquier momento del año, con independencia de la climatología exterior. Basta con cerrarla para poder disfrutar de la misma sin preocupaciones por la temperatura o el viento.
Invertir en un buen cerramiento para las terrazas y espacios abiertos al exterior, supone una notable reducción en las facturas de los consumos energéticos como el gas, la electricidad o el combustible necesario para que funcione el sistema de calefacción. Los aislamientos térmicos que proporcionan, protegen del frío en invierno y evitan el efecto invernadero propio de la época estival.
Colocar un buen cerramiento exterior, anula la importancia de lo que suceda en el exterior: tormentas, elevadas temperaturas o frio, nevadas, viento… Con un cerramiento, es posible disfrutar de todas las estancias de las viviendas, con independencia de las inclemencias del tiempo, optimizando la climatización del espacio al máximo.
Por lo tanto, eficiencia energética y cerramientos, forman el tándem perfecto para propiciar un máximo aprovechamiento energético, reduciendo y minimizando el consumo energético al máximo. Esto es posible, gracias a que permiten lograr un mayor aislamiento del espacio, proporcionan la estanqueidad necesaria y reducen los puentes térmicos. De esta manera, se garantiza que no se generen filtraciones de calor o frio y permiten mantener la estancia aislada, hasta el punto de alcanzar el mantenimiento de la temperatura ideal y adecuada, sin la necesidad de recurrir a los equipos de calefacción o refrigeración.
Se trata de instalaciones de gran versatilidad que encajan a la perfección en todo tipo de lugares: desde ventanas hasta áticos, pasando por jardines y patios. Instalando un cerramiento adecuado para cada espacio, se optimiza el mismo de forma elegante. Se adaptan a cualquier tipo de decoración y estilo, logrando un sellado total de la estancia o permitiendo la entrada de luz solar para aprovechar la energía de forma eficiente a lo largo de todo el año.
Sabiendo todo esto, existen en la actualidad, muchos tipos de cambios y acciones dirigidos a proporcionar un uso más eficiente de la energía. Estos cambios, repercuten en nuestro día a día y son eficaces tanto en el momento presente, como a largo plazo. A continuación, citaremos algunos ejemplos de las medidas que se pueden tomar para convertir los edificios en sostenibles y eficientes:
- El aislamiento de los edificios, reduce la necesidad de la climatización.
- Cambiar las bombillas tradicionales por bombillas LED, de menor consumo y mayor duración.
- Evitar dejar aparatos electrónicos conectados a la corriente eléctrica, ya que la gran mayoría, siguen consumiendo electricidad aun estando en espera.
- Lo más aconsejable es mantener la temperatura de la calefacción por encima de los veinte grados centígrados y el aire acondicionado por encima de los veintiséis.
- Utilizar lámparas pequeñas, de menor consumo que las generales, para realizar actividades como leer o ver la televisión.
- Aprovechar el sol, disminuye la necesidad de utilizar secadoras.
- En el momento de adquirir un electrodoméstico, comprobar la etiqueta de eficiencia energética y elegir el que posea un consumo energético más bajo.
En conclusión, podemos decir que para tener una vivienda eficiente y sostenible, se pueden realizar una serie de acciones dirigidas a lograr esos niveles de eficiencia recomendables. Desde el aislamiento de la propia vivienda que deber realizarse en la construcción o dentro de una reforma integral, hasta los cerramientos exteriores, pasando por el uso de elementos sostenibles y eficientes. Todo esto, repercute directamente en el consumo y el confort, reduciendo los costes de las facturas y manteniendo las viviendas a temperatura óptimas. Además de contribuir a lograr un mundo más sostenible y maximizar el uso de los recursos naturales para beneficio de todos, a largo plazo. La sostenibilidad y la eficiencia energética van de la mano y no deben obviarse, cuando hablamos del medio ambiente y del impacto medioambiental de las acciones que llevamos a cabo los humanos.