Taxi: movilidad sostenible y eficiente

Si pensamos en movilidad sostenible, pensamos en metro, tren, autobús o transportes individuales como bicicletas o patinetes. Todo aquello que no tiene impacto medioambiental o el que produce es mínimo porque lo utiliza mucha gente al mismo tiempo, o no consume combustibles que emiten dióxido de carbono. La realidad no tiene porqué ser tan simplista: o bueno o malo. Ni todo lo que parece sostenible lo es tanto, ni todo lo que parece nocivo para el medioambiente hace tanto daño. Con muchos matices, lógicamente.

En cuestiones de medioambiente, la lucha incesante no está haciendo otra cosa que crear polémicas de forma continua, al mismo tiempo que confunde en muchos aspectos. Uno de ellos, la movilidad. Se habla de que usar el coche particular es muy malo para el medioambiente, sobre todo si solo va una persona dentro. Sin embargo no se cuestiona el trayecto de un autobús urbano o interurbano aunque el viaje solo lo realicen cuatro personas, o ninguna. Todos hemos visto autobuses vacíos haciendo su trayecto.

En cualquier caso, como decíamos, todo con matices. Por eso, en este artículo queremos abordar el papel del taxi en la movilidad sostenible y eficiente, ya que, aunque nos cueste creerlo, pueden contribuir a esa sostenibilidad y eficiencia tan reivindicada. En grandes ciudades como Madrid o Barcelona, es muy habitual que la gente salga de su casa con las prisas puestas, la chaqueta a medio poner y pensando que no llega al trabajo. El caos matinal, sobre todo, a la hora de llegar a tiempo al trabajo, la universidad o, incluso el colegio, pone a prueba la paciencia de más de uno o una.

Trafico, atascos, autobuses llenos, un metro inhóspito en el que el aire que pasa está más que viciado… esto solo por la mañana. La situación se produce en horas punta y algunas veces, por la noche. Es ahí donde los taxis, juegan un papel importante, facilitando que la ciudad se mueva con algo más de fluidez.

Una capital como ejemplo

Madrid es un claro ejemplo que como la movilidad puede volverte loco. Siempre en movimiento, miles de personas van y vienen en cualquier momento del día, los comercios abren hasta muy tarde, la vida nocturna se junta con la diurna, las visitas de otros lugares del mundo se acumulan… en definitiva, un trajín diario que hace que, en horas punta, la circulación sea toda una prueba de fuego o de vida.

Empezando por el atasco de las ocho de la mañana, eterno y en plena autopista, pasando por el bullicio que se genera en el metro desde las siete de la mañana, donde se te cierran las puertas del vagón en la cara y el autobús hasta las cejas, en un día de lluvia en el que todo, se complica más. Con este panorama, lo normal es que todo el mundo recurra a su coche particular.

En medio del caos, entren en escena los servicios de taxi, como nos cuentan los profesionales de Polataxi, asociación de Taxis en Santa Pola. Los taxistas hacen su acto de aparición cuando más se necesitan, cuando te quedas dormido o necesitas acudir a algún lugar de manera urgente. El taxi es cómodo, rápido y, aunque no lo creamos más verde de lo que cabe esperar.

Como ya decíamos al principio, hablar de sostenibilidad, nos lleva a evocar imágenes de gente a pie, en bicicleta o conduciendo coches eléctricos del futuro. Los taxis, no entran dentro del cuadro aunque en ocasiones, pueden ser parte de la solución a ese problema de sostenibilidad y movilidad. Veamos cómo es posible.

Menos coches privados, pululando por la calle. Cuando una persona decide dejar su vehículo aparcado en casa y opta por un servicio de taxi, la ciudad lo nota. Cada taxi realiza muchos servicios al día, llevando a diferentes personas que de otra manera, utilizarían su vehículo particular. Por lo que un solo taxi, evita que haya varios coches en la carretera, luchando por una plaza de aparcamiento.

Los taxis han cambiado mucho en los últimos años, contando en la actualidad con una flota más ecológica. Resulta sorprendente comprobar cómo han cambiado estos vehículos en los últimos años. La mayoría son híbridos o eléctricos, lo que ayuda a reducir la emisión de CO2 y demás sustancias nocivas. Son muchos los taxistas y asociaciones que apuestan por renovar la flota para hacerla más limpia y silenciosa.

Otro plus añadido, es la optimización de las rutas. Nadie como el conductor de un taxi, conoce mejor la ciudad. Saben las calles a evitar en horas punta o complicada, los atajos para llegar antes… Gracias a este conocimiento, se minimiza el tiempo de viaje y, en consecuencia, disminuye el consumo de combustible y la contaminación correspondiente.

Además, constituye una alternativa ideal cuando el transporte público no cuadra. Sabemos que el bus y el metro son grandes opciones, pero a veces no llegan hasta el punto al que se tiene que ir, o el horario no va bien. El taxi aparece como la solución cómoda, rápida y directa y, al combinar varios medios de transporte, se reduce la sobrecargar de vehículos en la ciudad.

El aporte de las compañías de taxi

Hablar de sostenibilidad dentro de este sector, hace eco y suena lejano, como si de ciencia ficción se tratara. Sin embargo, el sector está convencido de que esta movilidad sostenible, se construye con las pequeñas acciones que se llevan a cabo día a día. Por lo que su apuesta se basa en contar con un equipo de conductores y profesionales bien formados. Aparte de que conozcan al dedillo cada rincón de la ciudad, cuentan con la formación adecuada para realizar conducción eficiente y respetuosa con el medio ambiente.

Además de que los taxistas disponen de tecnología que les permite ser más agiles, trabajando con aplicaciones y sistemas de geolocalización que hacen posible que, el taxi este enseguida en el punto deseado, ajustando rutas y distancia, ahorrando tiempo y combustible. Lo que se une a la flota que incluye vehículos híbridos y eléctricos.

Todo esto sin olvidar el trato humano y cercano que proporcionan los taxistas a sus clientes. Aunque este dato nada tiene que ver con la sostenibilidad de forma directa. Pero si en el sentido de que, con un buen trato y servicio, será más factible que el cliente repita la experiencia y, se olvide de su coche particular.

Puesto que el movimiento se demuestra andando… caminamos todos hacia un futuro en el que moverse resulte tan fácil como responsable. En las grandes capitales queda patente que el taxi, el metro, el bus o la bica, son los transportes sostenibles y eficientes, pero siempre que se utilicen de forma inteligente. Buscando la combinación que mejor se adapte a las necesidades de cada ciudadano, sin saturar la ciudad. Algo que parece, a todas luces imposible, en determinadas horas.

Desde el sector del taxi, tanto asociaciones como compañías o particulares, su ideal es una ciudad en la que no haya que pelear bocina y volante en mano, cada vez que se sale de casa. Una ciudad en la que coger el taxi, resulte igual de respetuoso y responsable con el entorno como puede serlo pasear por una avenida. El lugar en el que moverse no implique tragarse un atasco interminable, sino poder respirar un aire menos viciado, más limpio.

Detrás el volante de un taxi, hay personas como las demás. Personas que quieren llegar a casa con la familia o tomar algo con los amigos, pagar sus facturas y con sueños. Algunos de ellos, el de la sostenibilidad. Por eso hacen hincapié en recordar que utilizar sus servicios, implica menos coches privados, menos atascos, menos contaminación y mayor tranquilidad.

Para demostrar que el sector no va desencaminado, existen estudios que avalan lo que dicen. Los nuevos modelos de mobility and service (MaaS) dejan ver que la implementación de áreas de emisiones reducidas, cuenta con la ventaja de las flotas renovadas de vehículos (eléctricos o de cero emisiones la mayoría). Esto quiere decir que los vehículos que se utilizan para prestar los servicios de taxi, van a llegar antes al punto cero de contaminación, acelerando el proceso y dejando de contaminar.

Lo que determina que la movilidad urbana debe concebirse desde la intermodalidad, donde debe priorizar la alta ocupación de los medios de transporte para poder alcanzar el objetivo de la sostenibilidad integral. Algo que se traduce en autobuses eléctricos, taxis y VTC con recorridos modulables y flexibilidad, en la que se requiere una correcta señalización que dé prioridad a os carriles de vehículos de alta ocupación (VAO).

En conclusión, la idea es que haya menos coches privados circulando y, en consecuencia, menos tráfico. Por lo que recurrir al servicio de taxi, puede ser una excelente alternativa en determinadas circunstancias. Siempre será más favorable coger un taxi en pleno centro que sacar el coche. Menos atasco, menos agobio y menos contaminación. Como ya decíamos párrafos atrás, el taxi hace muchos recorridos al día y ya se encuentra en carretera, no es necesario sacar un vehículo más. Cuando el autobús no llega, el metro no está en la puerta y el coche particular es lo que nos queda, mejor coger un taxi. Ciertamente es más sostenible.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Más comentados
No los dejes atrás

Todo aquel que cuenta con un ser de cuatro patas como miembro de su familia sabe lo

Scroll al inicio