Crecen los cultivos particulares

El trabajo del campo está muriendo y no es culpa del agricultor, es culpa de cómo está montado el negocio, un negocio que enriquece más a los distribuidores de los productos que a quien los cultiva, los cuida y los hace crecer hasta su recolecta. Entre eso, y el cambio climático, podríamos decir que estamos acabando con la dieta mediterránea, de la que tan orgullosos estábamos en España.

Y es que es indignante que el agricultor cobre 1, el transporte otro 1, la empresa que recibe y distribuye cobre 3, y luego el supermercado cobre 1 más, porque el resultado final es que mientras que el agricultor ha cobrado 1 por su cultivo, el cliente final ha pagado 6, lo que provoca que los trabajadores del campo tengan salarios insuficientes y los consumidores no podamos pagar más. ¿Pero quién tiene la clave para subsanar esto? Pues, por lo visto, muchos agricultores piensan que la clave está en el Gobierno, mientras que otros creen que el Gobierno, aunque puede hacer algo regulando la situación, no tiene la culpa, sino que más bien el poder de solución debe partir de la mano de grandes empresas. Y mientras tanto, se siguen las huelgas, y con toda la razón del mundo.

Produce tu propia comida

Tampoco son pocos los que promueven el cultivo particular, el problema es que no hay campo suficiente como para que cada familia pueda cultivar sus propios alimentos, ni siquiera cada comunidad, por lo que son muy pocos los afortunados realmente. No obstante, hay que reconocer que este tipo de cultivo ha crecido enormemente, incluso en las urbes, donde quienes cuentan con terrazas se han construido pequeños huertos con mesas de cultivo y soluciones similares.

Ahora bien, en este sentido, lo verdaderamente interesante es cuando se tiene un trozo de tierras. Si hace unos años quien heredaba algo de tierras era, al final, un pobre desgraciado que no podía vender, ni comprar, ahora es rico ¿por qué? Pues porque si piensas en ganar dinero esas tierras no sirven para nada pues son muy pocos los que quieren comprar tierras d cultivo, pero si lo que quieres es trabajarlas para cultivar tus alimentos, entonces puede que seas rico si tienes un poco de terreno ¿o no?

Sin embargo, como ya hemos citado brevemente, el cambio climático también está causando estragos y de poco sirve trabajar una tierra que en unos meses se va a ver destrozada por culpa de una lluvia torrencial, o se va a quedar seca porque no llueve en demasiado tiempo y las altas temperaturas acaban por estropear cualquier tipo de verdura, o fruta que se pueda tener. Así que, ¿qué podemos hacer al respecto? Pues ya hay quien apuesta por la construcción de pequeños invernaderos.

Montajes de Invernaderos, expertos en la construcción de invernaderos, aseguran que cada vez son más las comunidades y cooperativas que les solicitan presupuesto para poner a salvo sus cultivos. Ya no se trata solo de empresas productoras, sino que las colaboraciones entre vecinos, comunidades y pequeños agricultores también están buscando salidas.

No obstante, también podemos construir nuestro propio invernadero son algo de tiempo y los materiales adecuados.

Antes de nada debemos pensar en la altura de nuestro cultivo. No es lo mismo plantar lechugas que tomates así que se debe adaptar la altura del invernadero al tamaño de lo plantado. Una vez tengamos eso claro hay que pensar en la orientación, pues es imprescindible que se permita la entrada de luz en todo momento lo que significa que debería estar orientado al oeste, dejando siempre los laterales con un mecanismo que permita la apertura y el cierre de ventanas para poder ventilar el interior del invernadero.

Debemos tener en cuenta que debe tener acceso a agua por lo que es primordial pensar en cómo vamos a regar todo el cultivo. Además, debemos seleccionar un área que además de estar cerca del agua, no sea propensa a inundaciones estacionales porque, si lo es, en una DANA o similar todo acabará inundado.

A nivel de temperatura debemos tener en cuenta que el mantenimiento de la climatización es muy importante por lo que en pleno verano debemos tener posibilidad de cubrir del sol los cultivos en las horas centrales del día.

En el suelo es interesante poner grava sobre plástico para evitar la acumulación de agua y el nacimiento de hierbas malas, de lo contrario tendremos que trabajar más para evitar que las raíces de otras plantas acaben consumiendo a las raíces de nuestros cultivos.

Teniendo todo eso en cuenta solo necesitarás los materiales adecuados y mucho tiempo libre.

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