Pisar una caca de perro, que se te cruce un gato negro, que te den un golpe en el coche yā¦tener un vecino asqueroso. Y es que hay cosas que no puedes elegir en la vida, y una de ellas son tus vecinos. Y la verdad es que como tengas mala suerte con ellos, te pueden hacer la vida imposible. Y es que son muchos los que van contra el medio ambiente. Ya sea por contaminación, por ruido o por otros motivos, algunos se convierten en autĆ©nticos horrores.
No es la primera vez que tienes que acabar en abogados porque tus adorables vecinos no dan a razones. Estos son algunos casos de vecinos molestos que atentan contra el medio ambiente que nos cuenta desde el Bufete AlbanƩs. Hay problemas con los vecinos que son una constante en muchas comunidades.
El ruido
Es la denominada contaminación acĆŗstica. Al convivir podemos escuchar molestos sonidos como el llanto del bebĆ© de los vecinos de abajo. La televisión a todo volumen de los de arriba porque el abuelo no escucha nada bien. La mĆŗsica del vecino que pone a altas hora de la madrugada. Pues bien, algunas cuestiones se pueden llevar a los juzgados. Para que nos hagamos una idea, se calcula que el lĆmite de ruido al que podemos estar expuestos sin sufrir efectos negativos es de 65 decibelios. Son los que emite, por ejemplo, un aspirador. En los 120 decibelios -el ruido que, hace una taladradora- se sitĆŗa el llamado umbral del dolor. MĆ”s allĆ”, en los 130, estĆ” el que genera un avión al despegar. En el extremo contrario, los 40 de una conversación a volumen normal o los 15 de una biblioteca.
Ahora bien, con el objetivo de prevenir, vigilar y reducir la contaminación acústica se creó en 2003 la Ley del Ruido, a la que se han ido uniendo distintas normas europeas, autonómicas y municipales. Las ordenanzas municipales establecen los niveles de ruidos permitidos en cada horario en función de la zona (residencial, industrial, docente, etc.).
Barbacoas
Pobres de las familias que tengan que padecer a un vecino que le gusta las barbacoas. EstĆ” claro que una al mese se puede aguantar durante el mes de verano, pero conocemos de casos de personas que las hacen todos los dĆas. Y esto se convierte en una canción constante de Georgie Damm. Pues bien, en este aspecto hay muchas dudas. ĀæSe puede o no se puede hacer barbacoas? No existe ninguna normativa concreta en el Código Civil que regule el uso de barbacoas en las comunidades de propietarios. Y es que ademĆ”s se convierten en un peligro pĆŗblico para la ecologĆa. La normativa de uso interno en las comunidades no debe ser estricta, sino abierta al diĆ”logo y lo menos prohibitiva posible. Pero no podemos dejar a un lado que estamos ante un problema de lĆmites de la propiedad y relaciones de buena vecindadā, comenta Isabel Bajo, presidenta de CAFMadrid, en una nota de prensa. āLas barbacoas domĆ©sticas son elementos susceptibles de generar problemas en el inmueble, debido a una posible propagación de fuego, en caso de descuidoā.
Limpieza
Ir contra la limpieza tambiĆ©n es un ataque al medio ambiente. EstĆ” claro que cuanto mĆ”s grande es la comunidad mĆ”s problemas de limpieza suelen existir. Es habitual convivir con vecinos incĆvicos, los tĆpicos marranos, que no atienden a razones respecto a cuestiones esenciales como no dejar la basura en la puerta de casa o fregar el suelo si su mascota no ha podido aguantarse hasta llegar a la calle y se ha hecho pis. Pues bien, contra estos tambiĆ©n se puede ir en los tribunales. Y es que se trata de una contaminación muy clara.
El coche
Por supuesto no puede faltar ese vecino que le gusta mucho presumir de coche y no hace mĆ”s que pasearse o dejarle en la puerta con todo encendido. Pues bien, segĆŗn la próxima normativa esto va a estar prohibido, porque el vehĆculo estĆ” contaminando constantemente.
Ya has visto que convivir trae muchos problemas. Y algunas personas no estĆ”n preparadas para hacerlo en sociedad. QuizĆ”s su solución serĆa marcharse al bosque. Al final, si por la vĆa extrajudicial no se consigue nada, no nos queda mĆ”s remedio que acudir a la vĆa judicial contando con un especialista legal en este tipo de problemas. Como parece que por las buenas no ha querido parar, pues tendrĆ” que ser un juez el que le diga que cede en su comportamiento incĆvico contra las personas y contra el medio ambiente. AdemĆ”s, puede ser que se lleve una buena multa.