Muchas veces pensamos que cuando a una persona la vemos más joven es porque ha pasado por el quirófano o porque se ha sometido a una cirugía. Pues bien, no siempre es así. Nosotros somos de los que pensamos que la mirada joven le da el ser feliz y sonreír mucho, pero también es cierto que en ocasiones hay que apoyarse en algunas técnicas que podemos realizar en clínicas de estéticas.
Si además eres de una de esas personas que no puede pasar por el quirófano porque tiene pavor, toma nota porque estos son los tratamientos más básicos y que puedes someterte.
Botox
La toxina botulínica (nombre comercial Botox-Vistabel) es una proteína que inyectada en pequeñas dosis sobre ciertos músculos faciales atenúa las arrugas de expresión y cambia la dinámica muscular, dándonos un aspecto más relajado y descansado. En este caso, se utiliza para el tratamiento de las arrugas de expresión, que son las líneas que se forman cuando gesticulamos. Existen tres áreas en las que la toxina botulínica funciona especialmente bien: la frente, el entrecejo y las patas de gallo. Un tratamiento bien realizado tiene un resultado muy natural. Se consigue una mirada más relajada, descansada, pero nunca pérdida de la expresión.
La toxina botulínica se conoce en medicina desde hace más de 20 años, como nos indican desde Estética Ocular. Sus primeras aplicaciones fueron en el campo de la oftalmología, para el tratamiento del blefaroespasmo. Actualmente es el procedimiento estético más famoso del mundo, es el que se usa para que las famosas pueden estar más jóvenes que nunca.
El tratamiento consiste en varias inyecciones con una aguja muy fina en los músculos que deseamos tratar. Se suele colocar anestesia tópica o frío previamente, aunque el procedimiento no es doloroso. Dura 15 minutos aproximadamente. Luego del procedimiento usted puede continuar con sus actividades normales.
Su efecto se mantiene durante 4-6 meses. Transcurrido este tiempo es necesario repetir el tratamiento si deseamos mantener el efecto. Es el tratamiento no quirúrgico ideal para mejorar la estética ocular en pacientes a partir de los 30 ó 40 años (aunque puede recomendarse antes en pacientes miopes por ejemplo, que están habituados a fruncir el ceño). Cuanto antes comenzamos los tratamientos , mejor es el resultado, ya que cuando las arrugas se tornan fijas (se ven aunque no gesticulemos) equerirán de tratamientos asociados para mejorarlas.
Rellenos dérmicos
Los rellenos dérmicos son productos que se inyectan en arrugas y surcos de la cara con el objetivo de “rellenarlas” y estimular la producción local de colágeno. Existen muchos rellenos disponibles en la actualidad, pero antes de someterse a cualquier procedimiento es importante preguntar:
¿El relleno es permanente?
Nunca se infiltre un relleno permanente. Las arrugas van cambiando de sitio con el tiempo, y un relleno permanente provocará un mal resultado en el largo plazo. Es por ello que han caído en desuso. Existen distintos tipos de rellenos según las necesidades del paciente. Es importante charlar con su médico acerca del producto mas adecuado. Personalmente uno de los rellenos que mas utilizo es el ácido hialurónico por ser seguro, biocompatible y dar resultados muy naturales.
El ácido hialurónico es un componente natural de los tejidos que ha ganado en popularidad en los últimos años como producto inyectable para restituir volumen facial y para el tratamiento de arrugas profundas. Esta sustancia hidratante retiene las moléculas de agua que mejoran la elasticidad y el aspecto de la piel. Actúa además estimulando la producción de colágeno por parte del paciente.
Es un producto completamente seguro que se utiliza en varios campos de la medicina además de la cosmética, por ejemplo durante la cirugía de cataratas, en algunos casos de artrosis, en urología, etc. A diferencia de otros tratamientos, su aplicación no modifica el aspecto natural o los rasgos del rostro. El objetivo es rejuvenecer con total naturalidad.
El ácido hialurónico se inyecta en la piel donde están las arrugas o sectores a rellenar. El producto contiene un anestésico, por lo cual la aplicación no produce más que un mínimo disconfort. Según el paciente y sus necesidades, se puede aplicar en una o múltiples sesiones. La mayoría de las veces no hay hematomas y las personas no deben realizar reposo ni convalescencia.
Por último, existe una sustancia denominada hialuronidasa, que permite disolver este producto, en el improbable caso de obtener un resultado no deseado. El efecto es inmediato. El ácido hialurónico es un relleno reabsorbible. Su efecto dura entre 6 y 12 meses según el área inyectada.