Crear un huerto urbano es una bonita y gratificante tarea que permite a los habitantes de las ciudades conectarse más estrechamente con la naturaleza y disfrutar de los frutos de su propio trabajo agrícola, incluso en espacios limitados. En este sentido, aunque pueda parecer desafiante al principio, con la planificación adecuada y un poco de conocimiento básico, cualquiera puede llegar a crear un pequeño huerto urbano y consumir sus productos.
Para ello, uno de los primeros puntos que debemos de tener en cuenta a la hora de crear un huerto de esta índole es evaluar el espacio disponible. Los entornos urbanos pueden presentar desafíos en términos de espacio limitado, pero también ofrecen una variedad de opciones creativas para cultivar plantas. Desde balcones soleados y azoteas hasta patios traseros y espacios interiores bien iluminados, prácticamente cualquier lugar con acceso a luz solar puede convertirse en un huerto urbano. Si bien, es esencial que el lugar elegido reciba al menos seis horas de luz solar directa al día para la mayoría de las plantas comestibles, aunque también existen opciones de plantas que toleran sombra parcial o luz indirecta.
En lo que respecta a los recipientes y al sustrato que debemos de usar, lo cierto es que la elección de los recipientes adecuados es crucial para el éxito de un huerto en nuestro hogar. Macetas, jardineras, cajones de madera, contenedores reciclados como botellas y cubetas, todos pueden funcionar bien, siempre y cuando tengan buen drenaje para evitar el encharcamiento de las raíces. El sustrato también juega un papel fundamental, de hecho, los expertos de Wholegreen aseguran que debe ser ligero, bien drenado y nutritivo. Y nos recuerdan que utilizar una mezcla de tierra de calidad con compost orgánico es una excelente manera de proporcionar a las plantas los nutrientes necesarios para su crecimiento saludable.
Así, ahora que ya tenemos el lugar, el recipiente y el abono, pasamos a elegir las plantas adecuadas para el huerto urbano y esto, sin lugar a duda, depende en gran medida de factores como el clima local, la cantidad de luz disponible y el tamaño del espacio. Hierbas como albahaca, perejil, menta y cilantro son opciones populares y fáciles de cultivar en espacios reducidos. Los vegetales de hojas verdes, como lechugas, espinacas y acelgas, también son excelentes opciones debido a su rápido crecimiento y tamaño compacto. Además, considera plantar flores comestibles como caléndulas, capuchinas o pensamientos, que no solo embellecen el huerto, sino que también atraen polinizadores beneficiosos. No obstante, siempre puedes llegar a plantearte instalar este tipo de bombillas de sodio para cultivo, que ayudan tanto al crecimiento como a la floración de las plantas.
Una vez plantada nuestra elección pasamos a otro punto fundamental, el riego y el mantenimiento. En este sentido, el riego adecuado es fundamental para el éxito de cualquier huerto urbano. Por ello, debemos de asegurarnos de mantener el sustrato uniformemente húmedo, especialmente durante los meses más cálidos cuando el agua se evapora más rápidamente. Sin embargo, debemos de evitar el exceso de agua para prevenir enfermedades fúngicas y la pudrición de las raíces. Además del riego, el mantenimiento regular incluye la poda de plantas para promover un crecimiento saludable, la eliminación de malezas y la revisión periódica de las plantas en busca de signos de plagas o enfermedades.
Pero lo cierto es que cultivar un huerto urbano va más allá de la producción de alimentos frescos y saludables. También proporciona una serie de beneficios adicionales, tanto para el individuo como para la comunidad y es que, en un nivel personal, cultivar tus propios alimentos puede ser una experiencia terapéutica y gratificante que te conecta con el ciclo natural de la vida, mientras que, a nivel comunitario, los huertos urbanos pueden promover la cohesión social, la educación sobre la sostenibilidad y la seguridad alimentaria local.
Además, siempre es importante reseñar que los huertos urbanos también pueden desempeñar un papel crucial en la promoción de prácticas sostenibles y responsables. Al cultivar alimentos localmente, se reduce la huella de carbono asociada con el transporte y el embalaje de productos alimenticios y no solo eso, sino que el uso de técnicas de jardinería orgánica, como el compostaje y el control natural de plagas, puede ayudar a mantener un entorno urbano más saludable y ecológicamente equilibrado.
¿Qué debemos de plantar en un huerto urbano en España?
En un huerto urbano ubicado en nuestro país, la elección de plantas puede variar según la región o las condiciones climáticas, sin embargo, hay varias opciones de plantas que suelen adaptarse bien a la mayoría de las zonas de España y que son ideales para cultivar en huertos urbanos:
- Hierbas aromáticas: son perfectas para cultivar en macetas o jardineras en espacios reducidos y requieren poco mantenimiento. Así, el romero, la albahaca, el tomillo, el orégano, el perejil y el cilantro, son algunas de las más habituales.
- Hortalizas de hoja verde: vegetales como la lechuga, las espinacas, la rúcula y las acelgas son excelentes opciones. Crecen rápido y ocupan poco espacio, por lo que son ideales para huertos urbanos.
- Tomates: se adaptan bien al clima mediterráneo de muchas partes de España. Pueden crecer en macetas grandes con buen drenaje y necesitan mucho sol.
- Pimientos y berenjenas: estas hortalizas prosperan en climas cálidos y soleados como el que se encuentra en gran parte de España. Pueden cultivarse en macetas grandes o jardineras.
- Calabacines y calabazas: son opciones que pueden necesitar un poco más de espacio, pero aún se pueden cultivar en macetas o cajones profundos y prefieren un sustrato bien drenado y una exposición soleada.
- Fresas: crecen bien en macetas colgantes o en jardineras, necesitan un sustrato rico y bien drenado, y les gusta recibir sol directo durante parte del día.
- Hierbas medicinales: hierbas como la salvia, la menta, la melisa y la lavanda pueden cultivarse en huertos urbanos y ofrecen beneficios para la salud y el bienestar.