En los últimos años, se ha observado un cambio en los hábitos de consumo de alcohol entre las mujeres. Los expertos explican que las mujeres han ido aumentando su ingesta.
Una nueva investigación realizada por el grupo médico Kaiser Permanente en California, informa que las mujeres jóvenes y de mediana edad que beben más de una bebida alcohólica al día, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad coronaria que las personas que beben menos.
En el estudio participaron 432.265 adultos, de entre 18 y 65 años. Este grupo incluía a 243.000 hombres y 189.000 mujeres, quienes proporcionan información sobre su consumo de alcohol entre 2014 y 2015.
Los investigadores dividieron a los participantes en tres grupos según su consumo de alcohol: bajo (de uno a dos tragos por semana), moderado (de 3 a 14 tragos por semana para los hombres y de 3 a 7 tragos por semana para las mujeres), o alto (15 o más tragos por semana para hombres y 8 o más tragos por semana para mujeres).
También se evaluó si los participantes tenían un consumo excesivo de alcohol, es decir, más de cuatro tragos en un día para hombres y más de tres tragos al día para mujeres en los tres meses anteriores.
Durante estos cuatro años, se diagnosticó una enfermedad coronaria a 3.108 participantes y se observó una mayor probabilidad de sufrir enfermedad coronaria en el caso de las mujeres.
Esto puede ocurrir por las diferencias hormonales, ya que las mujeres tienen menos masa corporal y más grasa corporal, lo que conduce a una absorción más rápida y a niveles más altos de alcohol en la sangre.
Los científicos descubrieron que las mujeres que consumían ocho o más bebidas alcohólicas por semana tenían entre un 33% y un 51% más de probabilidades de desarrollar enfermedad coronaria.
Incluso, las que bebían tres bebidas alcohólicas al día, tenían un 68% más de probabilidades de desarrollar la enfermedad en comparación con aquellas que bebían con moderación.
El corazón femenino sufre más por el alcohol, aunque ingiera menos cantidad que el hombre. Bebiendo la misma cantidad, la sangre de una mujer absorbe un 50% más. ¡Lo mismo ocurre con el hígado!
«Ha habido una prevalencia cada vez mayor del consumo de alcohol entre mujeres jóvenes y de mediana edad, ya que las mujeres pueden sentir que están protegidas contra las enfermedades cardíacas hasta que sean mayores, pero este estudio muestra que incluso en ese grupo de edad, las mujeres que beben más de una bebida por día o tienden a beber en exceso, tienen riesgo de enfermedad coronaria», explicó Jamal Rana, cardiólogo de Kaiser Permanente y autor principal del estudio.
Los síntomas de la adicción al alcohol son: ansiedad por beber, incapacidad para parar de beber, necesidad de beber cada vez mayores cantidades de alcohol, fiebre cuando se deja de tomarlo, etc.
Para dejar esta adicción es aconsejable acudir a centros especiales con profesionales de la medicina y la psicología.
Esto lo sabe bien Núria de Dona Adiccions, ya que es directora terapéutica de Mujer Adicciones, tiene un Máster en Drogodependencias por la Universidad de Barcelona y actualmente desarrolla su labor como terapeuta especialista en adicciones.
Ella explica que es necesario la voluntad de la paciente, porque si no quiere curarse no dejará la adicción y sufrirá recaídas constantemente.
Muchas mujeres recurren al alcohol porque han sufrido violencia física o psicológica. «Estamos ante una pescadilla que se muerde la cola porque con el alcohol pueden medio soportar la situación de pobreza, de abusos o de violencia, pero esa vulnerabilidad les lleva a agravar la dependencia afectiva y la dependencia de sustancias», explica Esperanza Pérez, responsable de una organización que trabaja en el tratamiento de adicciones.
«A ellas les cuesta muchísimo más pedir ayuda porque en las mujeres beber está mal visto, se les llama ‘dejadas’, ‘malas madres’ o ‘viciosas’; muchas tienen hijos o padres a su cargo y, cuando vienen, están en una situación mucho más extrema de necesidad», dice la experta.
Incluso, un nuevo estudio ha descubierto que muchas mujeres recurren al alcohol porque están estresadas.
«Aunque a menudo se recurre a él desde una perspectiva social y ociosa, el alcohol es una droga depresora del sistema nervioso central que inhibe las funciones cerebrales y es susceptible de causar adicción. Muchas personas lo consumen como una vía de escape en momentos de presión. Como ejemplo, la venta de cerveza se incrementó un 78 % en España durante el confinamiento. Pero el consumo de alcohol en exceso conlleva problemas muy graves de salud», informa el diario El Mundo.
¡Los expertos explican que es muy importante el apoyo de los familiares!