La donación de órganos, material genético, sangre y médula en España es una de las más altas, y esto es algo de lo que podemos presumir en nuestro país, pues pese a tener una de las mayores tasas de paro juvenil de Europa, una política laboral poco eficiente y precaria y una economía que tiembla con cada movimiento del mercado, somos muy generosos.
Ironías aparte, España es uno de los países en los que más trasplantes de órganos se realizan, y en el que más niños nacen mediante técnicas de reproducción asistida. De esta manera, nos encontramos con un país en el que debido a unos factores plenamente laborales, la edad de las madres primerizas es cada vez más alta.
Y es que como comentábamos antes, podemos ser el mejor ejemplo de muchas cosas, pero en cuanto a lo que en lo laboral se refiere, los españoles tendemos a coger estabilidad laboral con una edad bastante elevada, normalmente por encima de los treinta años. Y esto debido a gran parte a que la contratación es principalmente temporal, lo que impide conseguir financiación para comprar una casa, o ahorrar para tener un hijo.
Esto es apoyado por las empresas, las cuales ofrecen a sus empleadas unos descuentos muy importantes o incluso la financiación completa a la hora de congelar sus óvulos con el fin de retrasar la maternidad, y esto funciona en gran parte gracias a las avanzadas técnicas en donación de óvulos que se han desarrollado para ofrecer resultados óptimos en clínicas como el Instituto Valenciano de Infertilidad. IVI ofrece sus servicios de donación de óvulos a través de IVIdona, que a través de sus más de veinticuatro clínicas equipadas con la máxima tecnología, ha conseguido que confíen más de veinte dos mil donantes a lo largo de treinta años.
Los criterios del Gobierno
Durante el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero se creó el Comité de Bioética, un órgano asesor adscrito al Ministerio de Sanidad, y según su nuevo presidente, está valorando poner el foco del trabajo en la ley de reproducción asistida para plantear el debate que se está dando en muchos otros países, y que es la cuestión de si las donaciones de óvulos y espermatozoides deben de seguir siendo anónimas, o por el contrario el niño nacido por estas técnicas tiene derecho a conocer su pasado biológico.
En España tenemos un antecedente en 2015 que surgió a partir de la modificación de la Ley de Adopción de 2015, según la cual los menores adoptados podían conocer quienes fueron sus progenitores biológicos a partir de la mayoría de edad. Pero no ocurre lo mismo para los nacidos por fecundación in vitro u otras técnicas de reproducción asistida.
Y aquí, el principal problema es la colisión entre el derecho a la identidad y el derecho a la privacidad, ambos de ellos fundamentales. El principal motivo por el cuál se está planteando esta duda es debido a que existen avances científicos que permiten prevenir y predecir enfermedades a raíz de los antecedentes familiares.
La pregunta es si el derecho a la salud incluye tener que conocer el pasado biológico de los donantes, según comenta De Montalvo, director del Comité de Bioética. Ante esta circunstancia dicho Comité está estudiando la posibilidad de alcanzar un punto intermedio entre el anonimato y la confidencialidad absoluta de los datos, lo que podría para por ofrecer a la familia o al nacido los datos referidos a la salud del donante sin revelar completamente su identidad.
En la actualidad se puede solicitar esta información si el afectado sufre una enfermedad que para su tratamiento requiera conocer su pasado biológico, pero el órgano asesor analizará a posibilidad de que la información se trasfiera en todos los casos e incluso antes de los 18 años, precisamente porque la medicina avanza hacia la predicción y prevención y para ello es necesario el conocimiento de los antecedentes. Otros países como Alemania, Reino Unido o Alemania ya han levantado el veto del donante y España podría transitar en el futuro el mismo camino.