Una sociedad depende en buena medida de la educación que reciben sus jóvenes, que van a ser quienes se encarguen de dirigir su futuro. Desde luego, es evidente que, cuanta mĆ”s calidad educativa, mĆ”s prometedor serĆ” el futuro de una sociedad como de la que venimos hablando. Es algo que nunca puede olvidarse y que ha de ser tenido en cuenta por todos y cada uno de los gobernantes que formen parte de una nación, con independencia del nivel territorial en el que desempeƱen estas funciones si es que el paĆs en cuestión presenta un sistema federal o cuasi federal, como es el caso de EspaƱa.
Para llevar a cabo una labor como de la que venimos hablando, hay un recurso que debe ser del que debemos tirar en buena medida: los profesores y profesoras. Estas personas juegan una baza realmente importante en lo que tiene que ver con el desarrollo intelectual de una sociedad, un asunto que es de vital importancia para cualquier paĆs que se precie y que no cabe la menor duda que es una de las cosas que, en muchos estados, ha de mejorarse para conseguir, en definitiva, un mundo mejor.
EspaƱa es un paĆs que todavĆa tiene mucho que aprender en este sentido. Y es que tenemos la sensación de que, en nuestro paĆs, no se valora suficiente a los profesores. Os vamos a dar un ejemplo que deja clara esta tesitura. SegĆŗn una noticia de la agencia de noticias Europa Press, los profesores en nuestro paĆs necesitan 39 aƱos para alcanzar el sueldo mĆ”ximo, siendo este uno de los plazos mĆ”s elevados de toda la Unión Europea. Teniendo en cuenta la importancia de su actividad, estĆ” claro que deberĆan tener acceso a ese salario mucho antes.
Y las consecuencias son inevitables. Una de ellas es la que indica que nuestro paĆs se estĆ” quedando sin profesores de, por ejemplo, MatemĆ”ticas. Y es que, para una persona especializada en esta rama del saber, es mucho mejor opción acudir al sector privado, en el que se valora en mayor medida todo lo que tiene que ver con sus conocimientos. Es una verdadera lĆ”stima que las cosas tengan que ser asĆ. Y mĆ”s todavĆa tratĆ”ndose de una cuestión tan importante como lo es la educación de nuestros hijos, que no podemos olvidar que constituyen nuestro futuro.
Los profesores, sin ninguna duda, tiene un papel que es imprescindible en lo que respecta al bienestar de una sociedad. Son los responsables de que, en el futuro, el paĆs para el que trabajan tenga unos recursos humanos mĆ”s preparados para hacer frente a la realidad. Y son muchas las personas que, aƱo a aƱo, tratan de acceder a esta profesión a travĆ©s de los mecanismos de oposiciones. Los profesionales de Preparadores Valladolid, especializados en preparar a la gente inscrita en una prueba de estas caracterĆsticas, nos han comentado que, a pesar de que en EspaƱa se valora menos a un profesor que en otros paĆses de la Unión Europea, son muchas las personas que han decidido someterse a este tipo de pruebas.
¿Hay algún puesto de trabajo que tenga mÔs importancia?
Todo lo que os hemos comentado anteriormente nos lleva a preguntarnos si no serĆ” esta la mĆ”s importante de las profesiones que existen hoy sobre la faz de la Tierra. Seguramente que, al hablar de puestos de trabajo que son de una importancia enorme, todos y todas solemos pensar en el tĆpico alto ejecutivo que siempre acude a su trabajo ataviado con traje, corbata y maletĆn. No os podemos culpar, lógicamente. Es lo que a todos nos han vendido. Pero hay empleos que son mĆ”s importantes que el que pueda ocupar una persona asĆ.
Y es que la labor del profesor es tan o mĆ”s importante que la de ese ejecutivo. Y lo es porque el profesor forja la base del empleo del futuro. Una base de la que se va a nutrir la sociedad en unos aƱos para continuar persistiendo y, quizĆ”, encontrar fórmulas de mejora en lo que respecta a la calidad de vida de las personas. Sin esa base, serĆ” mucho mĆ”s complicado conseguir esos objetivos, que deberĆan ser bĆ”sicos para una sociedad que de verdad quiera ser mejor en los próximos aƱos.
Es evidente que habrĆ” profesores mejores y peores, como ocurre en cualquier otro puesto de trabajo. Pero no por eso hay que poner en duda la importancia que tiene una labor como esta, sin la que no entenderĆamos nuestra realidad tal y como la conocemos a dĆa de hoy. Los profesores, desde luego, estĆ”n ahĆ por derecho propio. Y eso se han encargado de demostrarlo las oposiciones tan duras a las que se han sometido y que han terminado aprobando.