Crear una empresa y gestionarla es una tarea ardua y difícil que se inicia en el momento en que se constituye y no termina hasta que la actividad cesa. Es decir (lo ideal), nunca. Cuando se ese empresario o empresaria, las obligaciones y responsabilidades que conlleva el cargo, son tantas que lo más conveniente y, prudente, es contar con la ayuda necesaria. En cuestiones laborales y, cuando se cuenta con empleados que, es lo más habitual, tener cerca una asesoría especializada en temas laborales como es el caso de Gestoría Toledano, puede marcar la diferencia entre una empresa que funciona y una que no.
Es fácil creerse omnipotente y pensar que uno mismo puede bastarse para cumplir con todo lo necesario para que la empresa funcione y este al día en todas las cuestiones burocráticas. Sin embargo, cuando todas esas tareas que requieren atención, sobrepasan al cargo, lo mejor es delegar. Al menos en lo que a los aspectos administrativos respecta, la solución es sencilla, una asesoría laboral, presta un excelente servicio y llega allá a donde no llega un propietario. No en vano, su trabajo es encargarse de todos esos aspectos de la burocracia, las leyes laborales pertinentes, despidos, contrataciones… un sinfín de temas aburridos y tediosos que poco o nada tienen que ver con la labor real de la empresa.
Para eso están los asesores laborales a quienes encanta su trabajo y se dedican a ello en exclusiva. Todo aquello que al empresario produce agotamiento mental, es diversión para un asesor. Así que veamos en que consiste la función de la asesoría laboral y que aspectos concretos se encarga de gestionar para que, el empresario pueda dedicarse con mayor tranquilidad a los aspectos verdaderamente importantes de su negocio.
Lógicamente, una asesoría laboral, es por igual, una empresa. Su misión es la de realizar toda esa suerte de gestiones laborales y administrativas para otra empresa. Además, poseen esa cualidad que les dota de la capacidad necesaria y los conocimientos adecuados para poder permitirse asesorar e los empleados y directivos de las empresas que contraten sus servicios. De tal manera que la organización se capaz de cumplir con la normativa vigente. En pocas palabras, la asesoría laboral, asume todas las tareas administrativas que se encuentran relacionadas con la normativa aplicable y los trabajadores de una empresa.
Actualmente, la mayoría de las asesorías ofrecen una excelente combinación de servicios que se prestan tanto de manera online como presencial. Algo que, debido a la digitalización, supone una gran ventaja, pues la mayoría de los trámites, pueden y deben hacerse de manera virtual.
Un buen asesor
Si la asesoría laboral es la empresa y los servicios que presta, para que estos se ejecuten, necesitamos a un asesor laboral. Este profesional, es un especialista en materia laboral que, como su nombre deja entrever, se dedica a prestar asesoramiento a la empresa que le contrate, para que cumpla de forma adecuada con la normativa laboral correspondiente. Se trata de expertos en leyes de ámbito laboral y aspectos relativos a la relación que se establece entre la empresa y los empleados de la misma.
Su función es meramente la de asesoramiento y no la gestión laboral que depende de una gestoría. Aunque cada vez son más los modelos híbridos que ofrecen en sus servicios el pack completo: asesoría y gestión laboral.
El perfil que debe cumplir un buen asesor laboral, difiere del que debe cumplir el gestor. Curiosamente, los primeros no deben disponer de una formación universitaria o estudios específicos, algo que si se exige a los segundos. En cualquier caso, un buen asesor debe estar bien preparado y si cuenta en su currículum con estudios especializados mejor que mejor. Independientemente de este matiz, lo ideal, es que reúna los siguientes requisitos:
- Formación en derecho del trabajo.
- Formación en economía y contabilidad.
- Capacidad para mediar en los conflictos laborales que surjan entre la empresa y los empleados o, la empresa y la administración.
- Disposición para conocer las novedades del BOE, el Estatuto de los Trabajadores y el resto de normativa laboral española.
- Destreza y habilidad para el manejo de gran volumen de documentación y realizar los trámites burocráticos pertinentes a nivel interno.
- Capacidad para realizar la búsqueda de políticas laborales que sean rentables para la empresa.
Un buen asesor, forma parte de una buena asesoría. Este debe encargarse a su vez de cumplir una serie de funciones para la empresa que contrate sus servicios. Entre ellas, vamos a destacar las siguientes:
- Elaboración, tramitación y modificación de los contratos de los trabajadores, así como las altas en la Seguridad Social.
- Gestión de las bajas laborales.
- Tramitación de las jubilaciones y declaraciones de incapacidad o invalidez de los trabajadores.
- Gestión de las nóminas de los empleados.
- Informar a la empresa de las obligaciones y deberes a nivel laboral.
- Mantener informada a las empresas de todas las novedades legislativas que se produzcan.
- Tramitación de los despidos, ERTE y concurso de acreedores si corresponde.
- Buscar soluciones que lleven a la empresa a la reducción de gastos.
- Ayudar en la gestión relacionada con los salarios, las vacaciones, los permisos, excedencias, jornadas de trabajo…
- Hacer representación de la empresa en los asuntos de materia laboral.
- Ejercer como consejera, mediadora o intermediaria en los casos de negociación colectiva.
- Informar sobre las posibles irregularidades en la gestión de los empleados.
- Encargarse del desarrollo de las tareas burocráticas de la empresa a nivel interno.
Algo que tiene que quedar claro es que las asesorías no se encargan de realizar trámites directos con las administraciones públicas en nombre de la empresa. Esta parte es asunto de las gestorías laborales.
Por qué son necesarias las asesorías laborales
Sencillo: por mucho que nos empeñemos, una sola persona no puede encargarse de gestionarlo todo y ejecutar todas las tareas que conlleva una empresa. Salvo que la empresa disponga de un buen departamento de recursos humanos, la necesidad de un servicio externo que se encargue de todas esas tareas que incluyen la gestión de las nóminas, las bajas laborales o los contratos, entre otras, es fundamental.
Es una cuestión de supervivencia. A veces, es necesario delegar funciones y, afortunadamente, podemos encontrar en las asesorías laborales, ese apoyo necesario para no morir en el intento de acaparar todo. Por lo tanto, si tienes una empresa o piensas crearla y, andas desbordado ante tanto papeleo, es posible que te estés planteando contratar los servicios de una asesoría laboral.
El paso lógico es averiguar que tipo de asesoría necesitas y como escoger la que más te conviene. Basta con formularte una serie de preguntas para averiguar cual es la que más te conviene:
- ¿Qué asesoramiento necesito?
- ¿Cuál es mi presupuesto?
- ¿La asesoría posee buenas opiniones en internet?
- He contactado con una y, ¿los asesores han sido serios, amables y formales, respondiendo a todas mis dudas?
- ¿De que formación disponen los asesores?
- ¿Se identifica con la marca e imagen de mi empresa?
Responder a estas sencillas preguntas, puede orientar hacia la asesoría correcta para las pretensiones del empresario y sus necesidades. Otro de los factores que deben ser tenidos en cuenta, es el nivel de digitalización de la misma. Actualmente, toda asesoría laboral que se precie, debe esta más que actualizada tanto a nivel digital como en lo que a programas respecta.
Si la asesoría que pretendes contratar, dispone de un buen programa de contabilidad, puede automatizar muchos de los procesos que debe ejecutar, además de permitir una optimización de los recursos disponibles de la empresa en cuestiones laborales.
Poder contactar con tu asesor en cualquier momento sin necesidad de solicitar cita previa o tener que esperar en la puerta de su despacho, es otro de los pluses añadidos de la digitalización. Basta con contactar mediante un correo electrónico o un chat que suelen tener a disposición de sus clientes, para que el asesor, se ponga en contacto en el primer momento que tenga disponible.
La mayoría de las asesorías, cuentan con softwares a través de los cuales, los clientes pueden realizar todas las gestiones y trámites necesarios con su asesor, de forma directa y sin intermediarios. A la vez que pueden llevar un control sobre las tareas que el mismo asesor realiza para su empresa y comentar los aspectos más relevantes si es necesario.
En conclusión, las asesorías laborales son una excelente solución para las empresas que no disponen de un departamento de recursos humanos, pero inevitablemente, necesitan colaboración y ayuda para llevar a cabo todas las tareas burocráticas pertinentes.
Debido a los continuos cambios en legislación laboral a los que se están viendo sometidas las empresas, es indispensable tener a alguien que se encargue de conocer todos esos cambios aplicables a la normativa para evitar caer en infracciones o saltarse las leyes, aunque sea de forma indirecta o por desconocimiento.
Si a la hora de contratar un asesor fiscal, no se duda tanto, porque no conviene hacerlo mal con Hacienda, en lo referente a materia laboral, tampoco hay razón para jugársela. Delegar es bueno tanto para la salud mental, como la de la empresa.