En los últimos tiempos estamos viviendo un cambio de tendencia en nuestra forma de vida y es que en la gran mayoría de nosotros está saliendo la vena ecológica. Un pensamiento más verde que no solo mira por nuestro progreso ni por nuestro avance como sociedad, sino que también promueve un estilo de vida más verde, más sostenible y, por supuesto, más comprometido con el planeta Tierra. Este cambio de forma de pensar no solo afecta a nuestro país, sino que se ha ido convirtiendo en una tónica global en todo el mundo, lo que permite que las acciones que se están empezando a tomar se lleven a cabo de manera conjunta por la inmensa mayoría de los países del globo. Si bien es cierto que todavía hay países que son reacios a tomar medidas en favor del planeta, la realidad es que por suerte estos cada vez son menos porque se van dando cuenta de que de seguir así, con el ritmo que llevábamos antes de la pandemia, en pocos años, en pocas generaciones nos acabaríamos cargando el planeta que nos permite vivir sin pedir nada a cambio más allá de cuidarlo con realmente se merece.